Me pidieron elegir una foto que represente nuestro paso por la escuela "El Pastorcito", pero ciertamente es imposible, pues los tres años en el establecimiento, nos arrojan muchos momentos extraordinarios; paseos, bingos, disertaciones, pijamadas y talleres, por decir algo. Fué una experiencia muy linda e inolvidable. Ver a nuestro único hijo desarrollarse y aprender una gama de enseñanzas, que jamás se olvidará, nos alegra el corazón. Es impagable ver a quien más amas, cada día bajar del furgón con una sonrisa y desbordado de emoción, por contarte que aventura vivió en su jornada escolar y que es lo que le dieron de almuerzo. Tienen educadoras y técnicos altamente calificados y cercanos, a los cuales agradecemos su dedicación, gracias al tremendo apoyo y cariño de ellos, nuestro hijo egresó leyendo y escribiendo, también se desarrollo en matemática y en diferentes expresiones artísticas. Caleb y nosotros recordamos esta etapa con un cariño grandísimo, hasta el día de hoy tenemos contacto con maestras y apoderados, con los cuales hemos compartido. Damos gracias a Dios por levantar y sostener establecimientos que rescatan valores cristianos y que demuestren que una sociedad se puede fundamentar desde el amor a Dios y al prójimo. - Daniel Serrano & Claudia Farfán